jueves, 18 de marzo de 2010

PARIS 100 URTE/AÑOS

París fue; y esta exposición es un homenaje a esa ciudad que hasta mediados del siglo XX fue el centro artístico de Occidente. Si se quería intentar, y lograrlo, ser alguien en el mundo del arte había que ir, y estar, en la capital francesa. Allí, en uno u otro momento, vivieron y trabajaron Degas, Renoir, Chagall, Picabia, Picasso, Dali, Miro, Marx Ernst, Kandinsky, María Blanchard… y un largísimo etcétera.
Sin embargo, y por esas cosas de la historia, hoy París es, prácticamente, una ciudad irrelevante para el arte contemporáneo, desplazada por Nueva York, Los Angeles o Londres (sobre todo en lo referente al merado del arte). La Ciudad de la Luz vive, en cuanto al arte se refiere, de su glorioso pasado.
Esta muestra, compuesta por un total 75 obras -62 pinturas, 8 dibujos, 2 aguafuertes, 2 esculturas y un cartel-, tiene su origen en la colección privada de Claude Ghez que tiene su sede permanente en el Petit Palais de Ginebra.
Como muchas otras exposiciones (desgraciadamente cada vez más), esta también tiene una importante vertiente, digamos, educativa y así la muestra se divide en cuatro áreas temáticas: ‘Los escenarios de Paris’. ‘El espectáculo, la noche’, ‘Interiores, intimidades’ y ‘París sede de las vanguardias’. Con este división lo que persiguen los organizadores es un doble objetivo; por un lado, conducir al espectador a través d aquella ciudad en permanente ebullición artística; por otro, mostrar las diferentes tendencias artísticas y dar a conocer los movimientos del arte moderno que estaban a punto de florecer como el fauvismo, el cubismo y la Escuela de París.
Paris 100 Urte/Años se convierte en una exposición, y este es uno de sus valores, que documenta un tiempo y un lugar, pero también su acelerado desarrollo y cambio; ¡hubo tiempo en el que había molinos en París! (ahí está ‘Le maquis de Montmartre’ de Quiet para demostrarlo). En este sentido resultan esclarecedoras las fotografías que se recogen al inicio de la muestra y que aparecen recogidas bajo el epígrafe de “Paris en la fotografía del cambio de siglo”. Aquí hay que destacar las imágenes de los Hermanos Séeberger, el contundente y emotivo, que llama a la solidaridad de cualquier artista, “Jean Galeanis arrastrando el cohce y su cuadro rechazado en el Salón de Otoño”, y el magnífico retrato de Piet Mondrian a cargo de Andor Kertész.
En cuanto a las pinturas, merece la pena detenerse en las dos obras puntillistas de Marevna, que son de lo más llamativo de la exposición, el atrayente “Portrait de Massaida” de Steinlen, una de las mejores piezas mostradas; las pinturas impresionistas de Gustave Loiseau; las dos pequeñas piezas de Renoir y los trabajos de Nicola Tarkhoff, , en las que se nota el influjo de Manet. Eso sin olvidar el magnífico Albert Gleizes, la única pintura abstracta colgada, y las dos telas cubistas de María Blanchard que dan cuenta de la importancia y la valentía artística de esta mujer
Ahora me temo que ya no, pero está claro que hubo un tiempo en el que París bien valió un misa.

Qué:Paris 100 Urte/Años
Dónde:Sala Kubo-Kutxa. San Sebastián
Cuando: Hasta el 5 de abril de 2010



(Imágenes, de arriba abajo: obras de Quizet, Tarkhoff y Degas. Cortesía de Sala Kubo-Kutxa)










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